Las pupilas, ventanas del alma y ahora de la sexualidad | 08 AGO 12
Dicen que los ojos son las ventanas del alma. Pues bien parece que
también una puerta entreabierta a la sexualidad. Un grupo de científicos
de EE.UU. estudiaron las pupilas de las personas para determinar si son
homosexuales, bisexuales o heterosexuales.
Del estudio participaron 325 personas: 165 hombres y 160 mujeres. A
cada una se le mostraron videos de 30 segundos de un hombre y una mujer
atractivos masturbándose por separado. E imágenes de paisajes –neutras-
de forma aleatoria para ver cómo reaccionaban sus pupilas a los
estímulos sexuales.
En general, la orientación sexual declarada por los participantes se
correspondió con las conclusiones a las que llegaron los científicos
según la dilatación de la pupila tanto en el caso de los hombres como de
las mujeres.
Los expertos hallaron que los hombres heterosexuales mostraron una
dilatación mucho más fuerte de sus pupilas en respuesta a la imagen
femenina mientras que las mujeres heterosexuales, sin embargo,
evidenciaron la misma respuesta en sus ojos ante ambos videos. Lo mismo
ocurrió con los hombres bisexuales: sus pupilas se dilataron casi igual
al ver a los modelos masturbándose. Para los investigadores, el hecho de que no hubiera diferencia en las
pupilas de mujeres heterosexuales y de hombres bisexuales indica que
poseen un deseo sexual flexible.
El cuarto grupo analizado, las mujeres homosexuales, mostraron
respuestas más típicas a las de los hombres heterosexuales. Esto
significa que sus pupilas se dilataron considerablemente más frente a
las imágenes eróticas de las mujeres. Los científicos explicaron que el estudio les permite afirmar que las
mujeres homosexuales son, en promedio, más masculinas que otras mujeres
no sólo en su modo de moverse, en su voz o la apariencia, sino también
en los conceptos que tienen de sí mismas y sus intereses.
Esta no es la primera vez que se estudia la inclinación sexual de los
individuos a través de los ojos y la reacción de las pupilas. Incluso,
el gobierno de Canadá había intentado entre los años 1950 y 1970
identificar a los homosexuales a través del iris cuando los consideraban
una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, los resultados de los estudios científicos realizados en
el pasado fueron dejados de lado debido a una variedad de problemas a
la hora de llevarlos a cabo: las mediciones de la pupila se habían
realizado manualmente, no se usó una distancia estándar entre el ojo y
la cámara que lo estudiaba, y el brillo de las imágenes que se les
mostraban a los participantes de las pruebas no era la misma, lo que
fácilmente podía afectar el tamaño de la pupila y las conclusiones
finales de esos trabajos.
Hasta que aparecieron Gerulf Rieger y Ritch C. Savin-Williams, del
Departamento de Desarrollo Humano en la Universidad Cornell en Ithaca,
Nueva York. Los científicos dicen haber logrado un grado de exactitud
inédito gracias a la tecnología más moderna: un dispositivo infrarrojo
de ojos que mide el tamaño y el grado de dilatación de la pupila de
manera exacta y en píxeles. Los científicos decidieron medir la dilatación de las pupilas de
estas 325 personas ya que refleja una respuesta automática y altamente
sensible, que no puede ser controlada conscientemente por los
participantes.
Por eso, Rieger y Savin-Williams sostienen que la dilatación de la
pupila en respuesta a los estímulos eróticos puede ser la medida
objetiva más precisa de la sexualidad de un individuo.
El estudio, publicado en PLoS One,
apoya la idea de que la respuesta sexual tiene diferentes funciones
biológicas entre hombres y mujeres. Para los hombres, es primordial que
se facilite la erección y la penetración. Para las mujeres, lo más
importante es la lubricación y evitar lesiones genitales en el caso de
la penetración, lo que podría ser una respuesta evolutiva a los
episodios de sexo forzado a los que fueron sometidas en los albores de
la humanidad.
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